Ocupó un rol decisivo en nuestro progreso al reactivar el antiguo
ingenio Manolo en 1911, desarrollar por primera y única vez una fábrica de
tanino en Villa Ocampo y ser, junto a Francisco Conti, el precursor del Ingenio
Arno antes de su muerte en 1936.
No sólo eso. También fue el fundador de la usina de Las Mercedes, una
innovadora planta de riego para sus plantaciones en torno al cual surgió el
paraje homónimo que lleva el nombre en honor a su esposa e hija: María Mercedes
Peyrallo Payró y María de las Nieves Mercedes Arana Peyrallo.
Casi advertido en nuestra historiografía, no existió un pionero de su
estirpe que haya pasado por nuestra ciudad. Su abuelo, Felipe de la Paz
Arana Andonaegui participó en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, fue
íntimo amigo de Juan Manuel de Rosas y Ministro de Relaciones Exteriores de
éste en un período en el que la diplomacia fue decisiva para la soberanía de
nuestro país.
Enrique Arana, cuyo nombre completo era Enrique Santos de los Dolores
del Corazón de Jesús Arana Obarrio, nació en Buenos Aires el 1° de noviembre de
1857 en el seno de una de las familias patricias más importantes de nuestro
país.
Su abuelo paterno era Felipe de la Paz Arana Andonaegui, abogado
egresado de la Real Universidad de San Felipe de Santiago de Chile, quien con
sólo veinticuatro años integró el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810
votando a favor de la causa criolla, fue nombrado procurador del Cabildo hasta
1815 y participó activamente en los vaivenes de la organización nacional hasta
1835 cuando Juan Manuel de Rosas lo nombró Ministro de Relaciones Exteriores de
la Confederación Argentina, ocupando a partir de aquí un rol decisivo y exitoso
en las negociaciones con Francia e Inglaterra por el bloqueo de los puertos de
la Confederación Argentina por parte de estas potencias, siendo el actor
nacional en los tratados Arana-Mackau, Arana-Southern y Arana-Lepredour.
Su abuela paterna era Pascuala Belaústegui Rodríguez Sacristán, una de
las benefactoras más importantes de su época y presidenta de la Sociedad de
Beneficencia de Buenos Aires.
Por su parte, su abuelo paterno, Manuel de Obarrio, español, fue
contador del Tribunal Mayor de Cuentas y luego Secretario de Guerra del
Virreynato del Rio de La Plata, habiendo recibido de Fernando VII la Cruz de
Caballero de la Orden de Isabel la Católica.
Su abuela materna, María Josefa Cesárea de las Nieves de Lezica Reyna
era hija de Francisco de las Llagas Juan José de Lezica Alquiza, español,
Regidor y Alcalde de Buenos Aires también en el Virreynato del Río de la Plata,
llegando a ser nombrado Conde bajo título de Castilla, por su activa
participación en defensa de la corona española en las invasiones inglesas de Buenos
Aires.
La figura de Enrique Arana aparece en la historia de Villa Ocampo desde
los inicios de la Colonia. En algunas fuentes se lo cita como socio de Manuel
Ocampo Samanés, bajo la firma “Ocampo, Arana y Cía.” como compañía colonizadora
y propietaria del Ingenio Manolo.
El 24 de noviembre de 1880 contrajo matrimonio con Mercedes Peyrallo
Payró con quien tuvo tres hijos: María Nieves de las Mercedes Arana Peyrallo,
Enrique Francisco Arana Peyrallo y María Manuela de los Dolores del Corazón de
Jesús Arana Peyrallo.
Ese mismo año, obtuvo el título de médico en la Universidad de Buenos
Aires y trabajó como médico de cárcel y del Hospicio de Mujeres.
En 1891, integró la comisión interventora en el marco de la crisis de la
Colonia Ocampo que resultó en la inevitable entrega de los bienes de la Colonia
al Banco de la Nación Argentina.
En 1910, adquirió tierras destinadas al cultivo de la caña de azúcar donde
actualmente se asienta el paraje “Las Mercedes” cuyo nombre surgió en honor a
su esposa y primera hija. Con la intención de activar la producción de caña de
azúcar en la zona, instaló allí una usina de riego a vapor que funcionó por
poco tiempo hasta 1918. Actualmente la chimenea de esta antigua usina aún sigue
en pie, siendo parte del inmenso patrimonio industrial del norte de Santa Fe.
En 1911, bajo la firma de Enrique Arana S.A. reinició la producción de
azúcar en las instalaciones del antiguo Ingenio Manolo hasta 1916. Durante dos
años cesó la producción y en 1919 con la colaboración de Francisco Conti
(invitado por Arana, luego de conocerlo en Buenos Aires), instalan en el mismo
lugar una fábrica de tanino.
En 1919 fue nombrado junto con su yerno, José María Berraondo, socio
honorario en la fundación del Club Social de Villa Ocampo.
El 1º de marzo de 1926, La Forestal, compañía inglesa propietaria de la
mayoría de las fábricas de tanino del norte de Santa Fe y Chaco, firmó el
“Convenio de Caballeros”, un pool empresarial creado con el objetivo de
controlar la totalidad de la producción del tanino en Argentina. Esta medida
obligó a Arana a vender la fábrica de tanino a la Forestal, concretándose la
venta el 30 de abril de 1938. La Forestal, inéditamente pagó por las acciones
el cuádruple de su valor nominal con la obligación que la ya fundada Compañía
Industrial del Norte de Santa Fe se dedicara exclusivamente la industria
azucarera y se desmantele. La fábrica de tanino funcionó hasta 1939.
Enrique Arana falleció el 1° de septiembre de 1936 en Buenos Aires, el
mismo año que se inauguró el Ingenio Arno, gracias a la labor de su socio y
amigo Francisco Conti, a quien confió la continuidad y prosperidad de las
industrias de nuestra ciudad.
Fuentes consultadas:
“Genealogía Familiar” – (genealogiafamiliar.net)
“Nobiliario del Antiguo Virreynato del Río de la Plata” - Carlos Calvo, Librería
y Editorial La Facultad, 1936.
“La Dulce y Cordial. Reseña Histórica de Villa Ocampo y la zona”.
Mauricio Rios Lovisa. Editorial Librería De la Paz, 2015.
Un agradecimiento especial a las descendientes del matrimonio de Enrique
Arana y Mercedes Peyrallo: María Dolores Berraondo y Marta Berraondo.