Integrantes del Grupo figuran como
responsables de La Isabelina S.A, dueños de las más de 5000 hectáreas en Pozo
Borrado. Además de la trata de personas con fines laborales, estaban realizando
desmonte que no está permitido por la Ley y tuvieron una intimación de Medio
Ambiente de Santa Fe.
En un predio de Pozo Borrado, al norte de Santa Fe, se detectaron
prácticas de desmonte ilegales y condiciones de trabajo esclavo. En este lugar,
más de 30 trabajadores —entre ellos dos menores— vivían en campamentos improvisados,
sin agua potable ni baños, y cumplían jornadas de hasta diez horas diarias, de
lunes a lunes. La estancia está embargada y pertenece a accionistas del Grupo
Vicentín, según información a la que accedió Mariano Bravi.
Investigación por
trata laboral
El caso se inició el 4 de septiembre pasado, cuando personal de la
división Coordinación Contra el Trabajo Ilegal de la Agencia de Recaudación y
Control Aduanero (ARCA), notificó a la Sede Fiscal Descentralizada de Rafaela
sobre un procedimiento realizado junto al Registro Nacional de Trabajadores
Rurales y Empleadores (RENATRE) en un campo identificado como establecimiento
“Santa Ana”, en cercanías de la ruta provincial N°77, en la localidad de Pozo
Borrado, a pocos kilómetros con el límite con Santiago del Estero.
En el lugar, identificaron a 15 personas que realizaban tareas de
desmalezamiento, entre ellos dos adolescentes de 17 años. Se constató que
vivían en campamentos improvisados, en condiciones de precariedad absoluta, sin
agua potable ni baños (solo tenían tachos para hacer sus necesidades) y dormían
en el piso sobre mantas o colchones.
Vicentín y La
Isabelina S.A.
Los campos investigados pertenecen a La Isabelina S.A., cuyos
integrantes forman parte del Grupo Vicentín, agroexportadora concursada desde
2019 e investigada por defraudación. Según el Boletín Oficial del 22 de julio
de 2025, la sociedad está presidida por Federico Castellarin, con Tomás Nahuel
Moschen Padoan como vicepresidente; Carina Leticia Galarza y Roberto Joaquín
Vicentin ocupan los cargos de directora titular y suplente, respectivamente.
La relación de Vicentín con estos campos se refleja además en que
Dionisio Moschen, gerente del Complejo Avellaneda de la empresa, deberá
declarar ante la fiscalía. El diputado provincial Palo Oliver pidió un informe
oficial sobre la situación de los trabajadores y las condiciones en los campos.
Ilegalidad
ambiental y laboral
Los allanamientos se realizaron en 5.354 hectáreas que corresponden a
bosques nativos categoría 2, cuya explotación está prohibida por la Ley de
Bosques. Pese a una intimación en agosto, los desmontes continuaban hasta que
se realizó el operativo que descubrió el trabajo esclavo.
Intervención del
Ministerio Público Fiscal
Durante los allanamientos, personal de la Agencia Trata de Personas de
la Policía de Investigaciones (PDI) rescató a las víctimas y secuestró
teléfonos celulares y cuadernos con anotaciones. También intervinieron la
Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe, la Municipalidad de Tostado, el
Programa de Rescate y Acompañamiento de Víctimas de Trata del Ministerio de
Justicia de la Nación y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas
(PROTEX).
El caso pone en evidencia la vinculación directa de Vicentín con
prácticas de explotación laboral y desmontes ilegales en el norte provincial,
un conflicto que combina irregularidades empresariales, violaciones de derechos
laborales y ambientales, y el seguimiento judicial y político de la provincia.