Si se analizan las ventajas y desventajas del uso del
teléfono celular en la vida cotidiana, sin lugar a dudas que las consecuencias
del uso del móvil en la conducción encabezarían la lista de aspectos negativos
de este balance. Es que desde que esta herramienta de comunicación se convirtió
en un miembro más de la anatomía humana constituye un factor muy importante de
distracción en el ejercicio de la conducción.
Utilizar un teléfono celular mientras se conduce
cuadruplica el riesgo de tener un siniestro vial debido a la falta de atención
que produce. Cuando el teléfono suena, el ritmo cardíaco se acelera y a partir
de ese momento hay que dividir la atención entre la conducción y la
conversación. Así, la desconcentración se acentúa debido a que la charla
requiere respuestas y activa emociones (pelea, noticia triste, etc.).
Está comprobado que cuando un conductor mira al
teléfono durante tres segundos, circulando a 40 km/h, que es la velocidad
máxima permitida en una calle, recorre 33 metros a ciegas. Es casi comparable a
conducir casi media cuadra con los ojos cerrados. Igual de grave es que en una
llamada que dura sólo un minuto, mientras se maneja a 130 km/h, la máxima
velocidad permitida en una autopista, el conductor transita más de 2,16
kilómetros sin prestar total atención al camino.
Al respecto, el subsecretario de la Agencia Provincial de
Seguridad Vial, Osvaldo Aymo, aseguró que “el uso del celular durante la
conducción de un vehículo es una práctica que, según un
informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, aumentó un 27% en los últimos
2 años y a la que la Provincia de Santa Fe no escapa. La Agencia Provincial
de Seguridad Vial de Santa Fe trabaja para lograr la toma conciencia del grave
riesgo que representa esta conducta tan extendida”.
Distracción al volante
Además de estar prohibido por la Ley Nacional de Tránsito,
utilizar el teléfono celular al conducir implica desviar la atención adecuada
al camino, aumentando las probabilidades de provocar un siniestro vial.
Según datos del Observatorio Vial de la ANSV, el 16,8 por
ciento de los conductores de vehículos de 4 ruedas en la Argentina presentan al
menos un factor de distracción al conducir, y la principal es el uso del
celular, que representa el 9,4 por ciento de los conductores distraídos.
El Observatorio Vial de la ANSV también resalta que, además
del celular, las principales distracciones entre conductores de vehículos de cuatro
ruedas son: fumar (3,2%), comer o beber (1,9%) y portar objetos sobre sí o en
las manos (1,4%). De acuerdo al perfil de conductores distraídos, las mujeres
representan el 20,2 por ciento y los varones el 16,1. El rango etario es
liderado por jóvenes de entre 18 y 35 años (21,5%), seguido por personas de
entre 36 y 49 años (16,5%).
En este contexto, el uso del celular en la conducción
también se está posicionando en el mundo como uno de los riesgos más
importantes. De acuerdo a un estudio realizado en el año 2019 por la Dirección
General de Tráfico de España, las distracciones por uso del celular causan el
20% -uno de cada cinco- de los siniestros de tránsito con presencia de
fallecidos. Cifras que, por cierto, determinan al uso del celular como factor
de riesgo, conjuntamente con el exceso de velocidad y el consumo de alcohol,
como una de las principales causas de mortalidad en ruta.
Esto hizo que, a partir de agosto de 2019, la Dirección
General de Tráfico de España, solicitó y logró un cambio en la Legislación de
la Licencia por Puntos, se pasara de perder 3 puntos, a perder 6 puntos por
utilizar el celular al momento de conducir. Es importante destacar que luego de
30 años de trabajo, (recién en Julio de 2006), y de haber realizado una
cantidad de acciones necesarias para lograr la entrada en vigencia de la
licencia por Puntos, sin los cuales es imposible que un País logre el efecto
beneficioso que representa esta estrategia en prevención vial, España se puso
al mismo nivel de países como Alemania (1961), Inglaterra (1982), y Francia
(1992).
Manos libres
La Organización Mundial de la Salud (OMS) de la ONU también
desaconseja el uso de del celular al volante con manos libres ya que puede
interferir en las capacidades del conductor de varias formas: cognitiva (la conversación
desvía el foco de la atención del conductor), visual (puede implicar quitar la
mirada del camino para, por ejemplo, escribir un mensaje de texto), auditiva
(cuando el volumen impide recibir estímulos externos, como el sonido del
sistema de emergencias) y hasta física (cuando implica quitar al menos una de
las manos del volante).
No solo es difícil para los conductores, sino también para
los peatones, ya que cualquier cosa que abstraiga del complejo y cambiante
ambiente del tránsito, es riesgoso para un desempeño seguro en la vía pública.