Una noche marcada por la tensión y la solidaridad vivió Juan Ramos, ciudadano oriundo de Tacuarendí, que se encontraba pescando en Puerto Piracuá, cuando alrededor de las 8.30 de la noche fue mordido por una cascabel mientras retiraba sus redes de pesca. Según relató, el hecho ocurrió cuando el agua comenzó a subir y decidió revisar las redes ubicadas cerca de la costa, calzado apenas con chinelas. “En ese momento fue que me picó, en el dedo del pie derecho, al lado del más chico”, contó.
Su compañero fue quien lo auxilió de inmediato y mató a la serpiente para llevarla al hospital, de modo que el personal médico pudiera identificar el tipo de veneno. Sin embargo, el traslado se convirtió en una verdadera odisea: la lluvia intensa complicó el camino y la camioneta en la que viajaban terminó en una cuneta, por lo que debieron esperar la llegada de un tractor del municipio, que acudió al rescate.
“Tardamos más de tres horas para llegar desde el bañado hasta Florencia. Las autoridades municipales, bomberos y médicos se portaron muy bien con nosotros”, destacó Ramos, quien lamentó que el hospital local no contara con suero antiofídico para atenderlo. Debido a esa carencia, fue trasladado primero al hospital de Villa Ocampo, donde tampoco había los insumos necesarios, y finalmente a Reconquista, donde ingresó cerca de las 2.40 de la madrugada y recibió el tratamiento adecuado.
“Estoy muy agradecido con todos por el apoyo que me dieron y me siguen dando. Es una pena que los hospitales de Ocampo y Florencia no tengan los insumos para tratar estas cosas”, expresó Juan Ramos desde su internación en Reconquista, donde continúa su recuperación.