“Hago
múltiples tareas, voy al campo, manejo el camión jaula cuando hay que cargar
hacienda, también me animo con el tractor, y hasta me hago un espacio para
atender la carnicería”, manifestó.
La empresaria además se
encarga de repartir en el camión de frío las medias reses que surte a
carnicerías del Gran Resistencia. En diálogo con Norte, explicó que lo que
menos hace es montar a caballo, porque trabajamos con la hacienda de a pie”.
Su principal
eje productivo y que le sirve como su “cable a tierra” es el feedlot: es
un sistema intensivo de producción de carne que permite lograr un engorde
acelerado de los animales vacunos. Los animales se encuentran encerrados en
corrales y se les proporciona la alimentación adecuada con este fin.
“Hago muchas cosas en la
ciudad y en el campo, las horas no me alcanzan, pero disfruto cada momento que
me regala la vida y la naturaleza”.
En el establecimiento de
Basail, se mostró en uno de los corrales, con boina, y botas, en el medio del
barro. “Tengo hombres de la familia que me ayudan, el trabajo es compartido y
las mujeres logramos hacer lo mismo, no me siento distinta y soy capaz de
cumplir todos los roles”, asegura la emprendedora que dice siempre está
innovando y apostando a su provincia. Al final saludó a todas las mujeres
rurales del Chaco en su día y les dejó un consejo. ”Volemos alto y sigamos
cumpliendo sueños”.